M.D. NEUROLOGO.
martes, 24 de noviembre de 2009
DISCULPAS IMPERDONABLES (El tabloide Sabado 21/2009)
M.D. NEUROLOGO.
lunes, 23 de noviembre de 2009

Hace 23 años todo un pueblo colombiano fue borrado del mapa. El 13 de noviembre de 1985, una erupción del Nevado del Ruiz arrasó con Armero, uno de los municipios más prósperos del Tolima.
Eran aproximadamente a las 11:30 de la noche cuando una avalancha del río Lagunilla, ocasionada por la erupción del cráter Arenas del volcán nevado del Ruiz, borró del mapa a la población de Armero, dejando un trágico saldo de cerca de 25.000 muertos, 20.611 damnificados y heridos, muchos de ellos mutilados y gravemente afectados psicológicamente.
Hoy el sitio, es un gigantesco campo santo, en lo que se llama El Playón de Armero.Lo que se dijo después, fue que la tragedia se pudo evitar, porque desde octubre de 1984 se había advertido de una eventual erupción.Hoy en día, la mayoría de los habitantes de Armero se han ubicado en zonas del sur de Bogotá o en Guayabal y Lérida, dos municipios aledaños a la tragedia.
En 1986, el papa Juan Pablo II visitó la zona y arrodillado frente a una cruz gigantesca levantada en el centro de lo que quedaba de Armero, oró por las víctimas de la tragedia.
La niña Omayra Sánchez, se convirtió en un símbolo de la tragedia.
Esta adolescente de Armero, de 13 años de edad, quedó atrapada entre los escombros, agonizó durante sesenta horas en el fango y murió finalmente víctima de la gangrena gaseosa.
Durante el tiempo que sobrevivió habló con periodistas y socorristas y constantemente envió un mensaje de fe y esperanza.
La catástrofe puso en evidencia, por un lado, la falta de prevención de las autoridades colombianas -el volcán ya venía dando muestras cada vez más frecuentes de una posible erupción desde octubre de 1984- y por otro lado, la escasa preparación de los servicios de socorro de Colombia, que ante el desastre, reaccionaron con una lentitud exasperante. El caso de Omayra Sánchez (una adolescente de 13 años, que sobrevivió a la avalancha, pero quedó atrapada en la laguna que se formó, con los pies aprisionados en los escombros y la mayor parte del cuerpo sumergido bajo el agua, hasta que murió, tras 60 horas de agonía, a causa de un infarto) se convirtió en el más claro ejemplo de la ineptitud de los socorristas colombianos.

Recorrido del Muro de Berlín y puestos fronterizos (1989)

El Muro de Berlín (en alemán Berliner Mauer), denominado "Muro de Protección Antifascista" (Antifaschistischer Schutzwall) por la comunista República Democrática Alemana y a veces apodado "Muro de la vergüenza" por parte de la opinión pública occidental, fue parte de las fronteras interalemanas desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 y separó a la República Federal Alemana de la RDA hasta ese año.
El muro se extendía por 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro.

Ulbricht fue, de esa forma, el primero en emplear el concepto muro – dos meses antes de que se construyese.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas.
Reacción de los Aliados
La reacción de los aliados occidentales ante la construcción del muro fue lenta: pasaron 20 horas hasta la aparición de las fuerzas militares en la frontera; 40 horas hasta que se comunicaron con el comandante soviético de Berlín; 72 horas hasta que protestaron diplomáticamente ante Moscú. Cada vez hubo más rumores de que los soviéticos habían asegurado a los aliados occidentales que no amenazarían sus derechos. La experiencia del bloqueo había mostrado a los aliados que Berlín Oeste estaría constantemente amenazada, así que la construcción del Muro fue una confirmación material del statu quo, que se cimentó, en el sentido literal de la palabra. La Unión Soviética abandonó aparentemente su petición de que Berlín Oeste estuviese "libre" de tropas aliadas, que había formulado anteriormente en el Ultimátum de Jrushchov de 1958.